Vestidos como monjes en busca de los
escritos sagrados budistas, el mono protagonista de este relato y su insólito
grupo de compañeros se enfrentaron a un gran número de dificultades. Una de
las que requirió un ingenio especial fue atravesar una región que odiaba a los
sacerdotes.
La
novela El viaje al oeste es una de
las obras clásicas más peculiares del mundo. Escrita en el siglo XVI, tomó
prestado el título y el punto de partida de una obra que apareció casi mil
años antes y que describía el viaje del monje Xuanzang a la India en busca de
los escritos sagrados budistas.
La
versión del siglo XVI convierte las aventuras de Xuanzang en una fantasía muy
cómica. A largo de sus páginas, el monje cuenta con un insólito trío de
seguidores: un mono dotado de poderes sobrenaturales, un ser híbrido con
cuerpo de hombre y el rostro de un cerdo y un oficial covertido en un
forajido. Todos ellos van vestidos con los hábitos budistas con la esperanza de
salvarse de sus pecados y prestan su ayuda a Xuanzang.
Por el
camino, los cuatro tienen que enfrentarse a numerosos de-safíos, como
atravesar una tierra cuyos pobladores asesinan a cuan-tos sacerdotes encuentran
a su paso. El grupo se despoja entonces de sus atuendos de monjes y pasa su
primera noche más allá de la frontera en el interior de un ropero en una posada
del camino, pero unos ladrones roban el ropero y lo abandonan al encontrarlos
la policía.
La
situación de los viajeros se vuelve realmente desesperada, conscientes de que
sus tonsuras sacerdotales los traicionarán cuando los encuentren al día
siguiente. Sin embargo, el mono idea a toda prisa una solución y, mediante sus
poderes mágicos, crea mil monos a su imagen y semejanza y les entrega a cada
uno una navaja para que afeiten las cabezas de todos los habitantes más
importantes mientras duermen. En una tierra de hombres calvos, las cabezas sin
cabello de los peregrinos pasaron desapercibidas.
0.005. anonimo (china)